EL ARTE INFANTIL

Nuestra concepción de las cosas cambia con el tiempo. Es decir, las miradas, al igual que las representaciones, cambian, varían gradualmente con el paso del tiempo. Por tanto, cuando representamos, transmitimos un concepto, una idea. Como personas, debemos reflexionar sobre los iconos que tenemos para leer, es decir, no vale sólo con codificar, sino que debemos saber decodificar, para lo cual necesitamos procedimientos, habilidades.

En materia artística, cuando vemos imágenes, debemos saber leerlas en clave, en base a nuestro concepto de la realidad, así como tener un conocimiento y pensamiento crítico sobre la realidad, sobre el arte en cuestión.

Sin embargo, no todos los seres humanos llegamos a tener estas capacidades anteriormente mencionadas ¿Dónde está el problema? A nivel nacional, parece claro que el hecho de priorizar en el currículo las materias instrumentales sobre las materias consideradas "específicas", ha provocado un decaimiento de la expresión plástica y, con ella, del dibujo.

Como futuros docentes, estamos en la obligación de reivindicar el lugar que la expresión plástica se merece, debemos fomentar la transversalidad de la expresión artística en la educación, pues sólo así nuestros futuros alumnos podrán adquirir las competencias elementales que les permitan llegar a la denominada por Víctor Lowenfeld como "Etapa de Decisión".

En síntesis, debemos evitar que nuestros alumnos abandonen pronto el dibujo, pues sino se quedaran en cualquiera de los estadios intermedios del arte infantil, impidiendo, con ello, que adquieran una expresión artística que les otorgue una mentalidad objetiva o subjetiva, es decir, tenemos que evitar que nuestros alumnos se queden en esto:

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