Como toda primera página de una buena obra que se precie o como toda primera página de un diario personal, la primera entrada de este blog requería, antes que cualquier otra inquietud, una presentación sobre mi persona. Por ello, es necesario responder ¿Quién soy?
Mi nombre es Javier Hernández Sierra, y nací en la bella ciudad de Salamanca un 26 de noviembre del año 1990. Tras un paso fugaz (pues la vida corre como alma que lleva el diablo) por el CEIP Rufino Blanco y el IES Martinez Uribarri, ingresé en el año 2008 en la Universidad de Salamanca, donde finalicé mis estudios de Historia en el año 2013, realizando, tras ello, el Máster de Profesorado en Educación Secundaria, también en la citada Universidad de Salamanca.
Pero como esta profesión es de formación constante, no contento con ello, decidí embarcarme en una nueva aventura académica, iniciando en el año 2014 el Grado de Maestro en Educación Primaria, donde me sitúo en la actualidad.
Profesor de vocación, y amante del fútbol (ocho años dirigiendo a un grupo me contemplan), considero la educación base prioritaria para el avance de las sociedades. Tenemos una gran responsabilidad como futuros docentes, de ahí que debamos coger el testigo y asumir esa responsabilidad.
Para cerrar este post, quería establecer una cita de Benjamin Franklin, en relación con nuestra futura labor, que dice:
Es tan vana la esperanza de que se llegará sin trabajo y sin molestia a la posesión del saber y la experiencia, cuya unión produce sabiduría, como contar con una cosecha sin haber sembrado ningún grano.
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